Presentí tu mirada, observando en silencio.
Me estremece una emoción.
En lo profundo, estalló secretamente lo hasta ahora contenido, oculto e ignorado.
Vi, como fuelles desplegados, un centenar de ideas, emociones, delirios, fantasías, sueños pasados y futuros añorados se encolumnaban hacia un nuevo amanecer, dejando atrás aquel laberinto en donde se hallaban cautivos, caminos inconclusos , abstracciones sin destino y personajes inmóviles pugnando por salir.
Comprendí... una mirada silenciosa profunda, despierta y enciende el color que ilumina nuestro andar para llegar plenos y completos sin veladura alguna a Ser uno mismo, así como lo sentimos en el primer instante latir muy fuertemente desde que nacemos el inexorable deseo de SER .